Mi pequeño taller es un rincón de mi habitación, entre la cómoda de mi bisabuela que restauró mi madre y un tapiz comprado en un chiringuito; casi debajo de un cuadro pintado por mi tío; sobre una mesa antigua que también restauró mi madre, con mi costurero desordenado, me siento sobre una silla de esas raras que te colocas como de rodillas, según dicen, va muy bien para la espalda, pero lo que sí que sé es que me costó un ojo de la cara..
Y por último allí está mi maquinita de coser, es muy blanca, en realidad es muy plastiquera, y queda muy mal en el rinconcito, NO Pega, pero me hace un gran papel, cose pespunte pa alante y pa atrás, hace zig zag y otros más..
Pues en ese rinconcito es donde paso unos momentos de tranquilidad al ritmo del tracatracatracatracatracatracatracatracatracatracatracatraca de mi máquina
Qué rinconcito más chulo... Algún día yo quiero tener uno así, pero con una máquina de escribir (o un Mac, jeje)
ResponderEliminarUn beso,
Pemán